Aunque el anonimato en la Red constituye una sensación ficticia, es precisamente ahí donde, en los últimos años, los enfermos de S.A.S. expresan con mayor nitidez los síntomas más significativos de su patología. Podría decirse que "dan rienda suelta" a sus desviaciones emotivas y definen nítidamente -sirviéndose de textos propios e imágenes variopintas- el conjunto de carencias y excesos que les ha conducido a la situación actual.
Si puede encontrarse un denominador común a toda creencia omniscente, ése es la dogmatización de la actividad sexual, traducida, en muchos aspectos, como una exigencia inapelable de renuncia expresa a mantener relaciones afectivas que puedan derivar en una relación genital, precepto al que se dota de validez indiscutible mediante la atribución axiomática a la deidad en persona o a los denominados "profetas", auténticos intérpretes e intercesores directos entre el género humano y el ser supremo imaginado (S.S.I., en adelante).
Así pues, dentro de un modelo común básico, cada paciente posee una versión personalizada del SSI que resulta determinante en el tipo de relación que desarrollará y cuya magnitud viene condicionada, muy mucho, por su capacidad para producir fantasías.
Así, podrían establecerse tres grandes grupos de creyentes, atendiendo al grado de inmersión en la fantasía:
1.- Creyentes no practicantes. Estado de equilibrio entre realidad objetiva y ficción en que suelen estancarse la mayor parte de los pacientes, definido por una "inseguridad" o sospecha de falsedad de la propia creencia, y que se traduce en la no participación en los rituales de adoración e incumpliento sistemático y no culpabilizante de todos los dogmas.
2.- Creyentes consolidados. Se trata del colectivo mayoritario de entre aquellos afectados por el S.A.S. Entre ellos se cuentan los fieles comprometidos. Participan activamente en las ceremonias y su perfil psicológico denota personalidades fácilmente sugestionables, ya sea por alienación infantil abrasiva, ya sea como consecuencia de experiencias vitales negativas en las que se ha manifestado incapacidad en la asunción de las certezas biológicas.
3.- Creyentes Integristas. Grupo cuantitativamente minoritario, pero no por ello menos relevante. Existen en todas las modalidades de S.A.S., las capacidades cognoscitivas de individuo son arrasadas por la obsesión y exhiben una conducta destructiva, ya sea hacia sí mismos, hacia los individuos sanos o hacia quienes profesan adoración a un Ser Supremo Imaginado distinto al propio. El instinto de supervivencia resulta anulado por el autoconvencimiento de que la consciencia de sí mismo pervivirá a la muerte biológica, tras la que será transportada a un dimensión espacial utópica (DEU, en adelante).
Hemos omitido la Corporación Sacerdotal Profesional (CSP) por considerarlo un Cuerpo de Administración General integrado por individuos psíquicamente sanos. Su profesión, al día de hoy, no se encuentra tipificada en Código Penal alguno a pesar de la evidencia de delito contra la salud pública y maltrato psicológico. Atendiendo a su funcionalidad, pueden clasificarse en
- Propagandistas
- Gestores Económicos
- Cuerpo Político-Diplomático
Más adelante profundizaremos en las características de cada uno de estos tres grandes grupos.
Como ejercicio para hoy, les proponemos el siguiente:
1.- adopte la posición oratoria común, preceptiva en su religión.
2.- visione un velo blanco de grandes dimensiones, ondulado por una suave brisa.
3.- rece en la forma habitual.
4.- tras finalizar la oración, solicite a la deidad algo que no pueda obtener sino por obra de la casualidad como, por ejemplo, hallar en un rincón de su casa un calcetín conteniendo un billete de 50 euros.
5.- concédale a su fantasía un plazo de 5 días para realizarse.
6.- anote los resultados.
Nota: puede considerarse válido encontrar en un rincón el calcetín, y adyacente o en un rincón distinto, un billete de 50 euros. Incluso de 20.
Si puede encontrarse un denominador común a toda creencia omniscente, ése es la dogmatización de la actividad sexual, traducida, en muchos aspectos, como una exigencia inapelable de renuncia expresa a mantener relaciones afectivas que puedan derivar en una relación genital, precepto al que se dota de validez indiscutible mediante la atribución axiomática a la deidad en persona o a los denominados "profetas", auténticos intérpretes e intercesores directos entre el género humano y el ser supremo imaginado (S.S.I., en adelante).
Así pues, dentro de un modelo común básico, cada paciente posee una versión personalizada del SSI que resulta determinante en el tipo de relación que desarrollará y cuya magnitud viene condicionada, muy mucho, por su capacidad para producir fantasías.
Así, podrían establecerse tres grandes grupos de creyentes, atendiendo al grado de inmersión en la fantasía:
1.- Creyentes no practicantes. Estado de equilibrio entre realidad objetiva y ficción en que suelen estancarse la mayor parte de los pacientes, definido por una "inseguridad" o sospecha de falsedad de la propia creencia, y que se traduce en la no participación en los rituales de adoración e incumpliento sistemático y no culpabilizante de todos los dogmas.
2.- Creyentes consolidados. Se trata del colectivo mayoritario de entre aquellos afectados por el S.A.S. Entre ellos se cuentan los fieles comprometidos. Participan activamente en las ceremonias y su perfil psicológico denota personalidades fácilmente sugestionables, ya sea por alienación infantil abrasiva, ya sea como consecuencia de experiencias vitales negativas en las que se ha manifestado incapacidad en la asunción de las certezas biológicas.
3.- Creyentes Integristas. Grupo cuantitativamente minoritario, pero no por ello menos relevante. Existen en todas las modalidades de S.A.S., las capacidades cognoscitivas de individuo son arrasadas por la obsesión y exhiben una conducta destructiva, ya sea hacia sí mismos, hacia los individuos sanos o hacia quienes profesan adoración a un Ser Supremo Imaginado distinto al propio. El instinto de supervivencia resulta anulado por el autoconvencimiento de que la consciencia de sí mismo pervivirá a la muerte biológica, tras la que será transportada a un dimensión espacial utópica (DEU, en adelante).
Hemos omitido la Corporación Sacerdotal Profesional (CSP) por considerarlo un Cuerpo de Administración General integrado por individuos psíquicamente sanos. Su profesión, al día de hoy, no se encuentra tipificada en Código Penal alguno a pesar de la evidencia de delito contra la salud pública y maltrato psicológico. Atendiendo a su funcionalidad, pueden clasificarse en
- Propagandistas
- Gestores Económicos
- Cuerpo Político-Diplomático
Más adelante profundizaremos en las características de cada uno de estos tres grandes grupos.
Como ejercicio para hoy, les proponemos el siguiente:
1.- adopte la posición oratoria común, preceptiva en su religión.
2.- visione un velo blanco de grandes dimensiones, ondulado por una suave brisa.
3.- rece en la forma habitual.
4.- tras finalizar la oración, solicite a la deidad algo que no pueda obtener sino por obra de la casualidad como, por ejemplo, hallar en un rincón de su casa un calcetín conteniendo un billete de 50 euros.
5.- concédale a su fantasía un plazo de 5 días para realizarse.
6.- anote los resultados.
Nota: puede considerarse válido encontrar en un rincón el calcetín, y adyacente o en un rincón distinto, un billete de 50 euros. Incluso de 20.